Una de las claves del éxito de un proyecto formativo es ser absolutamente transparente con el cliente, y generar expectativas que estén alineadas con los resultados que podrían lograrse a partir del entrenamiento. Poniendo un ejemplo burdo, no es realista pretender lograr 10 aprendizajes diferentes en un curso de una hora.
Esta claridad debe estar presente a lo largo de todo el proceso, especialmente al momento de planificar la estrategia de capacitación.
Para conocer el resultado efectivo de la formación es imprescindible medir y, para ello, es fundamental que los responsables de recursos humanos y gestión del talento tengan plena conciencia de qué y cómo se puede medir.
Orientar adecuadamente las expectativas y fijar indicadores objetivos y medibles es clave para poder evaluar con precisión los resultados de un proceso de formación corporativa.
¿Qué se puede medir realmente en un proyecto de capacitación?
Comencemos por abordar la parte difícil de la conversación, en la cual debemos ser 100% claros, tal como comentaba al principio de este artículo.
Es muy complejo y muy costoso que un proyecto de gestión del talento pueda medirse en su totalidad.
Si bien no es imposible medir el ROI, probablemente su costo, generalmente superior al proyecto de formación hace inviable su aplicación.
¿Por qué sostengo esto?
En la determinación del ROI se consideran una gran cantidad de variables que no están directamente relacionadas con los procesos de capacitación de los recursos humanos de una organización.
Variables a las que, habitualmente, no tenemos acceso los proveedores de soluciones de gestión del talento. Entre muchas otras:
- Las políticas de precios.
- Las estrategias de marketing.
- Las decisiones de inversión.
Aunque resulte antipático, la realidad es que resulta muy difícil asociar el resultado directo del negocio con la formación.
Lo que considero imprescindible es que debemos medir. Siempre. Por ello es importante que las empresas proveedoras de servicios de capacitación y gestión del talento, se comprometan en la implementación de políticas concretas y conductas medibles en los empleados.
¿En qué debe hacer foco y comprometerse un proveedor de gestión del talento?
Los proveedores de soluciones de gestión del talento debemos centrarnos y comprometernos en que los empleados hagan las cosas como la empresa define que deben hacerse.
Es decir, garantizar el proceso de transferencia al puesto de trabajo de lo aprendido en los programas formativos que se desplieguen en una organización.
Lo cual significa que los colaboradores adquieran, entre otras competencias y habilidades:
- Cultura organizacional
- Procesos productivos
- Técnicas de ventas
- Protocolos de atención al cliente
- Normas de seguridad e higiene
La empresa es la que define la adquisición de conocimientos, competencias y habilidades por parte de sus colaboradores, para que este proceso derive en el logro de sus objetivos de negocio.
Se debe trabajar adecuadamente cómo se podrá observar el impacto de los proyectos formativos, y qué resultados podrán verse a partir de lo mencionando anteriormente. Así:
- Los proyectos generarán resultados concretos
- Las iniciativas tendrán el apoyo de los directivos de la empresa
- La brecha de habilidades se reducirá
- Los proyectos de capacitación en curso contarán con las métricas necesarias en caso de necesitar ajustarlos.
- La mejora en el desempeño de los equipos para la obtención de resultados de negocio, se podrá cumplir.
El ejercicio de medición, ajuste y mejora continua permitirá resultados cada vez mas eficientes en nuestros proyectos de formación y así, un mayor aporte a la generación de resultados de la compañía.